«Con el sol a favor…Pongámonos todos contentos…»
Por Marcelo Barba
Está llegando la mejor temporada para jugar Golf.
Sí, junto con el Sol de esta hermosa primavera, las canchas han empezado a perder ese triste y pajoso color amarillento, para transformarse en alfombras de pasto nuevo que ahora nos ayuda más a bajar golpes y a mejorar nuestro handicap.
Sepamos aprovechar entonces esta particular estación pre-temporada y sumemos a favor nuestro lo que natura nos ofrece, en términos de terrenos más propicios que los que nos propuso en ese invierno pasado.
Pero como ya se imaginaban, ahí van algunos consejos para pasarla mejor con nosotros mismos y la propia naturaleza…
El otro fin de semana, llegué como siempre al tee de salida del hoyo 12 del Smithfield y, acostumbrado al follaje y vegetación invernal, no pensé mucho, hice unos swings y tiré mi drive como de costumbre… La cosa es que la pelotita tan querida… fue a parar directamente a la copa de un (AHORA…) frondoso árbol que posa orgullosamente en el medio del fairway, a unos escasos 140 metros del tee.
Ese frondoso y verde ejemplar hasta hace unos meses atrás parecía un palo de madera desnudo con alguna que otra rama también pelada, sin que todo el conjunto presentara riesgos para cualquier Golfista… hasta que llegó la primavera.
Otra de las cosas que debemos tener en cuenta (pero ahora en favor de la cancha) y cuidar más que antes, son las milanesas o los divots que dejamos cuando ejecutamos alguno de nuestros fabulosos tiros.
Aquí vale la pena perder unos segundos adicionales en nuestro juego y reponer todo el tierno y verde pasto (recién nacido) que podamos, dado que es precisa- mente aquí donde se comienza a cuidar la cancha que todos deseamos tener en los meses venideros, teniendo en cuenta adicionalmente que, a medida que aumente la temperatura según avancemos hacia el verano, aumentará también la evaporación natural y la sequedad de los suelos, con lo cual el hecho de reponer ese pedacito de divot ayudará muchísimo a que la alfombra no se vea dañada ni sacudida de una viruela perenne difícil de salvar con la creciente y sostenida frecuencia de uso que tendrán las canchas de ahora en más.
Ahh… no se olviden, ya es hora de llevar algo para cuidarse del sol.
Hasta la próxima y un abrazo.
Marcelo H. Barba