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El segundo tiro

El segundo tiro….

Hace algún tiempo atrás hablamos como al pasar, de un tema que particularmente me apasiona.
El Segundo Tiro.

Muchos de Uds. pensarán ¿qué tiene de particular, o qué cosa me puede llamar la atención del 2do. tiro ?

Pues bien, creo claramente que se trata «del tiro» de Golf y desafío a cualquiera que desee demostrarme lo contario, que es allí precisamente donde se define el éxito de cada hoyo.

Si hablamos de un par 3, donde podemos sin demasiado esfuerzo, con suerte o con experiencia llegar al green en un golpe, el segundo tiro se transforma en definitorio para cerrar con un birdie o, más humildemente, terminar con un merecido par. Ni hablar si en cambio quedamos abajo del green… ese segundo tiro se transformará en el approach más vital para cerrar el hoyo con un respetable par, por lo menos…

Si se trata en cambio de un par 4, casi todos los que leemos estas líneas nunca nos haremos ilusiones de ponerla «en uno» sobre el green, pero sin embargo, podemos decir que, hasta saliendo con un hierro desde el tee podremos dejarla bien cerquita del green o pasada sobre el mismo, si ejecutamos un excelente segundo tiro. (Hagan cuentas !!)

Es más, considerando que salimos con un moderado drive o madera 3 y la ponemos en los 150 (cosa que no debería costarnos mucho con algo de práctica y prolijidad), deberíamos poder concentrarnos lo suficientemente bien como para poder pegar otro conservador 2do. tiro que supere los 120 metros (elija Ud. el palo que más le quede para dicho desafío) y, si todo sale bien, ese 2do. shot nos pone en inmejorables condiciones de cerrar con un par o a lo sumo con un bogie.

Esto pone de manifiesto, como ya lo había mencionado en oportunidades
anteriores, que la fuerza y la potencia no se llevan tan bien con el Golf.
Si, es así y por favor lea de vuelta este renglón.

No sirve de mucho, por no decir de nada, practicar en el driving y tratar de llevar luego a la cancha la intención de pegar un soberano maderazo de 300 metros (independientemente de la caprichosa dirección que tome su pelota) si después de ello, en esos pocos metros que idealmente nos faltan para llegar a la bandera nos tomamos tres tiros, por supuesto sin contar aún los que nos faltan arriba del green…

Cuesta mucho mentalizarse frente a un tee. Cuesta mucho pensar que podemos
salir con un hierro o una madera chica con mayor control y dirección; cuesta mucho en definitiva manejar el amor propio y dejar el cabezón drive de de titanio que nos costó casi como todo el juego de palos y repetirse mentalmente que es mejor hacer un buen tiro y un excelente segundo tiro para llegar.

No estoy proponiendo (por favor!) regalar distancia y con ello golpes, sobre todo en las canchas largas donde es impensable, sobre todo en los pares 5, salir sin otra cosa que no sea un drive. Lo que estoy tratando de explicar es que dicho golpe no tiene la significatividad e importancia que todos le damos inconscientemente. El que realmente vale y precisamente en esas canchas largas, es el segundo tiro.

Es el que acomoda los errores, es el que nos permitirá decir que aprovechamos bien el drive, es el que nos dejará bien parados para el par e inclusive para el birdie.

Entonces, pensemos bien lo que hagamos cuando enfrentemos ese segundo tiro,
que lamentablemente no estará en las condiciones ideales con que ejecutamos el primero, es decir, sobre un tee, alejada del suelo y con la pelota limpia para encontrala plenamente.

Pensemos en el «lie», en utilizar una de esas maderas denominadas utilitarias, madera 4, 5 ó 7 que generalmente sirven para pegar desde el «rough», no se entierran y se deslizan muy eficazmente por los suelos desprolijos.

Concentrémonos en un swing amplio, de subida lenta y abierta, que la pelota esté casi en el medio del «stance» ni atrasada ni adelantada y, por supuesto, más que nunca tratemos de dejar los ojos clavados en la pelota hasta que la misma desaparezca por la barrida del palo. Y ya está… camino al green.

El mensaje, más allá de lo exagerado que pudiera parecer lo explicado hasta aquí, es que nos tratemos de olvidar un poco del complejo que tienen todos los Golfistas novatos -y no tanto-, referido a la necesidad genital de pegar unos tiros bestiales con sus drives. Es como si se tratase de un desafío por aparte del Golf para ver cuán lejos la pueden dejar, cuando en realidad, de lo que se trata en este juego es: en cuanto menos golpes la puede poner… mejor.

Si no me creen, prendan la tele, miren videos, compren revistas y díganme cuántos John Daly (o Laura Davis en su versión femenina) pueden encontrar y contar con los dedos de una mano. Por supuesto que existen y siempre aparecerán «fenómenos» en todos los deportes, como el caso de Tiger u otros que también hacen cosas que parecen mágicas o de otro planeta, pero siguen siendo excepciones y sólo unos pocos superdotados.

Mejoremos nuestro Golf con humildad, suavidad, compás, ritmo, en fin todas estas cualidades y calificativos que definien una sola palabra que encierra todo en el lenguaje de este deporte : SWING…

Acuérdense por favor del segundo tiro.
Es el más importante de todos.

Un abrazo y hasta la próxima.
Marcelo H. Barba.