Golf Argentina Web Site

Golf Argentina – Golf del Mundo en Español

La Concentración II

«!!Concentración II…»

Hace poco hablamos de la Concentración, temas pesados si los hay…
Quedamos también en charlar y cambiar opiniones sobre algunos mecanismos para lograrlo, con lo cual, les propongo alguna alternativa para tener en cuenta, si me lo permiten…

Como si hubiera pocas cosas para pensar en este hermoso deporte, sobre todo a la hora de efectivizar el tiro, la propuesta es, precisamente, no pensar en nada. Es decir, tratar de que todo lo que debemos tener en cuenta en cada golpe salga de la misma manera que cuando nadamos, para los que saben nadar y para no usar un ejemplo tan común como caminar, que dicho sea de paso no es tan común como creemos.

Tanto en uno como en otro ejemplo (nadar y caminar) veremos cosas aplicables en todo sentido a nuestro querido Golf; y aquí quisiera hacer una distinción -que también se aplica directamente- relacionada con las edades en que cada uno de nosotros aprendió lo que hoy sabe hacer.

No me cabe la menor duda que todos hemos aprendido a caminar en nuestros
primeros años de vida y sabe Dios el esfuerzo tremendo que nos costó:
primero gateamos y recorrimos nuestro reducido mundo en cuatro patas; luego intentamos pararnos sobre sólo dos soportes torpes y rígidos llamados pies, nos dimos cientos de porrazos; luego, con mucho trabajo comenzamos a trasladarnos y caminar cordinando mentalmente el movimiento de cada parte del cuerpo para no perder el incipiente equilibrio que estábamos comenzando a manejar.

El otro ejemplo más contemporáneo es el de la natación (podría ser el de la bicicleta, que es muy aplicable también) donde los que tuvimos la fortuna de haberlo practicado y aprendido en nuestra niñez, hoy nadamos y andamos en bici sin siquiera pensar en cómo respirar y flotar, trasladarnos y pedalear y encima de ello, ir para donde nosotros queremos ir.

De la misma forma, la persona que a temprana edad tuvo el privilegio de poder comenzar con el Golf, hoy efectúa su swing como cualquier adulto que camina; sin pensar en mover primero un pie y luego otro, ni en mantener una postura de equilibrio que le asegure la vertical sobre el piso…

Quién pudiera volver atrás… y entre las tantas cosas que reformularíamos, proponernos, allá por los ocho ó diez años de edad tomar un palo de Golf y…

Volviendo a nuestra realidad y edad actual, duros como un paquete de grisines duros, veamos qué podemos hacer para mejorar esa concentración que nos permita, como dije más arriba, no pensar en cada uno de los componentes y tener la mente orientada hacia un solo objetivo: la bandera.

Comencemos por lo que podemos hacer más fácilmente: prepararnos.
Esto es una componente de acciones que pueden comenzar por tener un buen descanso y sueño la noche anterior al partido; dicho de otra manera, no pretendamos jugar bien si nos acabamos de acostar a las cuatro de la mañana ó si tuvimos una cena de sibaritas con menúes pesados, vinos y demás cosas. No, así no vá ni pretendamos nada bueno. Eso es como pretender nadar y fumar al mismo tiempo…

Otra de las cosas que deberemos hacer en pos de la concentración y del buen juego es prepararnos para jugar bien. Suena de Perogrullo pero es así (es como decir que para nadar necesitamos agua).
Prepararnos es estar predispuestos a llegar temprano al vestuario, ir al baño, cambiarnos de ropa a tiempo, practicar swings, hacer unos diez minutos como mínimo de «Putting», en fin, es ir entrando en calor y mentalizarnos gradual y progresivamente en el juego que está por comenzar para que, finalmente nos paremos en el tee de salida como si estuviéramos frente al del hoyo 3, ya calentados y en forma.

Prepararnos significa también sentirnos cómodos antes de efectuar el primer tiro; no tener nada en los bolsillos que nos moleste, que haga ruido -monedas, por Ej.- cuando nos movemos o caminamos; contar con un atuendo adecuado que no apriete ni nos haga sentir enfundados (tema que se presenta cada vez que llueve y debemos jugar con campera de lluvia. En mi caso, prefiero mojarme mientras realizo el tiro y vuelvo a ponerme la campera cuando camino hacia el próximo golpe); protegernos adecuadamante del sol con una visera o gorro cómodo, a fin de poder mantener los ojos bien abiertos sobre la pelota en todo momento.

Adoptemos un mecanismo único y repetitivo como rutina de tiro, sea para el drive o para el putter; pero incorporémoslo como una pieza importante de nuestra rutina de ejecución. Si algo nos distrae o sale mal antes de que impactemos la bola… retrocedamos, volvamos a ejecutar la misma rutina preparatoria, respiremos dos o tres veces profundamente y, nuevamente enfrentemos el tiro con la mente preparada.

Pensar que cuando estamos parados frente a cada tiro, estamos solos, sin nadie que nos rodea ni mira nuestros movimientos: este es otro de los grandes temas de la concentración y que cuesta entenderlo cuando recién empezamos a jugar Golf. Particularmente recuerdo la primera ocasión en que salí a la cancha a jugar en serio, es decir, en un torneo. Mis nervios estaban tensionados, trataba de concentrarme en algo que me permitiera hacer el primer tiro, pero pensaba que toda la gente estaba mirándome, cuando en realidad la verdad es, que toda esa gente está pensando en su propio juego y estrategia y le importa un rábano cómo le sale el tiro a fulano o mengano, pero todo eso se entiende después…bastante después

Con ese mismo espíritu de concentración, tratemos de no mirar o de evitar en lo posible el hecho de analizar el tiro que acaba de hacer nuestro compañero de juego; con esta mínima acción lograremos que nuestra mente no «copie» los movimientos del otro, por más que el tiro haya sido una maravilla de Golf, evitemos que queden grabados en nuestra memoria la forma en que se movió, levantó el palo e impactó la pelota, dado que nosotros tenemos la propia, lograda a través de muchas horas de esfuerzo y práctica y no la deberemos cambiar por ningún motivo. Sintámonos sólidos y coherentes con nuestro propio esquema de juego, no imitemos a nadie, no innovemos (por lo menos durante un torneo).

En definitiva, el mensaje es tratar de limpiarse de todo aquel pensamiento o distracción que, a la hora de pegar el primer o cuadragésimo tiro haga que nuestra concentración se debilite por cualquier elemento que no sume positivamente a nuestro principal objetivo.

Lo más importante para finalizar este ejercicio de acercamiento a la concentración es el siguiente: borrar de nuestra mente el último mal tiro o peor hoyo que acabamos de jugar y pasar al siguiente como si recién empesáramos: hoyo pasado… hoyo olvidado.

Les debo el acostumbrado chiste.
Nos vemos.
Marcelo H. Barba.