«!!Qué mirar???…»
Se nos viene otro torneo especial, de esos que se dan en pocas oportunidades; por el Club donde se jugará (el Jockey) por las fechas tan especiales (diciembre fue siempre un mes distendido, de preparativos festivos, de reencuentros, de proximidad de vacaciones, en fin, un buen mes) y por los jugadores internacionales que llegan para deleitarnos junto a los mejores gauchos nuestros que, en una de esas… quizá le demos una sorpresita. Esta es otra de las tantas y buenas oportunidades que tendremos para aprender mirando.
Porque con sólo mirar a estos gigantes se aprende tanto como si uno fuera un mes seguido a tomar clases de Golf. Ud. se estarán preguntando qué cosa hay que mirar de esta gente tan especial…
Empecemos por mirar los estilos y las formas, de llegar a la cancha, de prepararse, de entonarse, de cómo practican una y otra vez; observemos también que ninguno improvisa, que recorren la cancha hasta de noche, a fin de ver posiciones nuevas de banderas, que observan el corte del paso del fairway, de los ante greens y especialmente de los greens.
Yo miro además, las cosas que me ayudan a tratar (dije tratar) de mejorar mi juego, como ser:
La postura que adoptan en cada tiro de salida y fundamentalmente el segundo tiro (recalco lo de fundamental y lo explico más abajo).
La Cabeza. Cómo dejan la cabeza y su mirada clavada en la pelota aún hasta después que la misma fue impactada y se alejó, aún después de que se enroscaron el palo en su cuello como si se tratara de una bufanda metálica. Eso es verdaderamente impresionante, la constancia y concentración que ponen en ese único detalle, el de dejar la cabeza en su correcto sitio (será que por ser uno de mis principales defectos sea una de las cosas que más me llama la atención?).
La otra actividad que vale la pena estudiar es la que se desarrolla arriba del green.
Qué maravilloso es ver esto y desmenuzarlo en cada detalle; cómo leen de cada ángulo las caídas; cómo calculan con su cerebro y al milímetro la potencia exacta para cada golpe (creo que alguno de ellos posee un microchip injertado…); el tiempo eterno que se toman para estudiar la precisa y mortífera deslizada hacia cada uno de los 18 despreciables y pequeños agujeritos de la cancha.
Decía que uno de los tiros que observo con mayor profundidad de análisis (y por el cual daría lo que no tengo para poder definirlo como lo hacen ellos) es el segundo tiro.
Es el tiro que más me impresiona de todos, más que un fenomenal drive de 350 metros, más que un putt de 15 metros en bajada, más que nada.
Creo además y me falta muy poco para convencerme totalmente de esta idea, que en el Golf el segundo tiro es el más importante de todos los tiros.
Es quizá el que mayor nivel de concentración y exactitud requiere. Con él, se salvan espantosos o dudosos drives de salidas; se acomodan espectaculares putts o simplemente se la deja ‘dada’; con ese segundo tiro se define concreta y realmente si estamos tirando para birdie o para par (en el caso de estos genios será para águila o birdie); con ese segundo tiro también, se demuestra la sabiduría, picardía y conocimiento de la cancha y del juego mismo.
Si tuviera que bautizarlo, lo llamaría el tiro de gracia, con todo el trasfondo y profundidad que le quieran dar a la idea.
El resto, es decir lo que sucede arriba del green y en el tee de salida, se trata de muchísima metodología y práctica y por supuesto, de miles de horas de eso, de poner una pelotita encima de un tee, descontaminada de divots, de malos asientos, de falta de pasto o de exceso de barro, y darle una y otra vez, durante años, hasta
que salga lo que uno quiere o se acerque a lo que más desea.. Pero lo importante, lo esencial, viene después que la pelota dejó de rodar, luego de que fuera ejecutado a la perfección ese estudiado drive y ahora la pelota descanza en alguna de las infinitas zonas de la cancha con posibilidades mucho menores de ser bien
impactada y direccionada hacia el objetivo, eso, es precisamente lo mejor y donde se ven las ‘uñas del guitarrero’…
Prepararse para lo que viene y para mirar con esta nueva óptica que les sugiero… o si no, programen la videocasetera para que podamos revivir cada instante interesante (casi todos) las veces que queramos, porque con sólo mirar bien a los que saben también se aprende mucho Golf…
Hasta la próxima
Marcelo H. Barba