Tomemos nota…. (y un cuento)
En alguna oportunidad observamos que los profesionales llevan consigo una especie de libretita que utilizan casi subrepticiamente y hacen anotaciones paralelas a las que oficialmente deben realizar en las tarjetas que integran y cruzan con sus oponentes.
Creo que vale la pena que hagamos un comentario de la utilidad de estas libretitas, para extraer algunas ideas y para analizar si nos sirven a nuestra estrategia de bajar golpes.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que esa libretita negra de bolsillo, cumple una función psicológica. Ella nos recuerda en cada hoyo, de una manera despiadada y fría, lo que hicimos cada vez que pasamos por allí y cuál fue el resultado de cada hoyo que jugamos con un solo objetivo: nos obliga a mejorar la concentración.
No sólo se anotan los golpes que cada uno hizo. En general existen códigos que solamente el jugador o dueño de ese documento conoce y maneja a la perfección a fin de agilizar las anotaciones que se hacen sobre la misma marcha del juego y evitar textos o comentarios que atrasarían innecesariamente el partido.
Es posible encontar en una hoja de esta bitácora deportiva la siguiente clave: 15-2-M3++230 Fw. y algunas flechas que no puedo dibujar aquí, pero que indicarían claramente al jugador que lo anotó, este mensaje: Hoyo 15-segundo tiro-madera 3-todo el swing-a 230 yr. de la bandera desde el fairway y una esperable caída del green. En otro caso, la cantidad de golpes en cada hoyo individualizando separadamente los efectuados arriba del fairway, en un bunker, antegreen y los necesarios hasta meter la pelota en el hoyo.
Toda esta información aparentemente desprolija y mezclada con dibujitos raros, sirve, a la hora de repetir el paso por esa cancha y ese hoyo específico, para recordar las cosas que nos han pasado y hemos hecho en dicha oportunidad…
Lo que pasa, es que generalmente nosotros no jugamos muy frecuentemente
partidos de 36 o 54 hoyos durante dos o tres días consecutivos; pero pensemos que muchos hacemos eso o más, durante los fines de semana en el club o nuestra cancha preferida, es decir, cuando siempre jugamos en la misma cada sábado o domingo.
Personalmente creo que todo ayuda y, el hecho de tener y llevar algo que nos diga que siempre que jugamos el hoyo 7 con tendencia a la izquierda, que, inexorablemente terminamos en el bunker o que siempre nos quedamos cortos con ese hierro nueve que usamos en el tercer tiro; es un buen dato que nos ayuda a mejorar y corregir ciertas tendencias que no registramos sino hasta la hora de terminar el hoyo en cuestión.
Lo peor es que muchos de nosotros siempre hacemos lo mismo y nada por cambiarlo, ni siquiera recordamos lo que hicimos mal la última vez que pasamos por ahí.
Experimentemos que total no cuesta nada llevar un mini-registro de nuestra performance en el juego y, de paso, veremos cómo se incrementa nuestra concentración; ya que el hecho de estar anotando mientras caminamos entre tiro y tiro, hace que nuestra mente se focalice mejor sobre el juego y lo que debemos hacer. Con esa «memoria» de comportamiento veremos que al otro día o cuando juguemos nuevamente esa cancha, recorreremos mentalmente cada hoyo y recordaremos no sólo su lay-out sino sus secretos y recetas para evitar caer nuevamente en los mismos errores que cuando lo conocimos o jugamos por primera vez.
Más aún, esas mismas anotaciones nos servirán para que la noche o las horas previas al partido podamos hacer nuestro recorrido mental por cada hoyo, descifrando y fijando cada una de las claves allí descriptas para llegar a la cancha como si la hubiéramos conocido desde siempre.
Eso sí… que esto no se transforme en un argumento para atrasar el juego, con lo cual, busquemos nuestras propias claves y códigos que nos permitan rápidamente volcar al papel los datos mínimos y necesarios para identificarlos luego con mayor tranquilidad y objetividad.
Y como hace tiempo que no contamos un chiste, les mando uno para el bar del 19..
Era un jugador como muchos de nosotros…
Cada vez que llegaba de jugar, debía aguantar un sermón de su esposa que se quejaba del tiempo que estaba fuera de casa, de la poca o nula participación que le daba a ella en sus actividades, de la inexistente actividad deportiva familiar, de su egoismo, etc. etc.
Un día en una charla con uno de sus amigos, este jugador entabla una conversación diciendo todo esto y el problema que le generaba cada fin de semana destinado a jugar Golf.
Luego de compartir algunas ideas, el amigo le recomienda algo que quizá también muchos de nosotros hemos probado: hacer que nuestra propia mujer juegue y se haga fanática del Golf; cosa que nuestro amigo acepta como alternativa y se dedica a convencer a su esposa para que tome sus primeras clases…
Luego de meses de paciencia y tenacidad; logra que su esposa saque handicap y lo acompañe, finalmente, a jugar Golf.
Pasan los meses, crece la experiencia de la Sra. y ésta se transforma rápidamente en su inseparable compañera de juego.
_Tenés que pararte así… comenzó un día a decirle a su marido mientras éste preparaba su tiro.
_Tu grip está mal, creo que si tomás el palo de esta manera… siguió la Sra. mientras el marido soportaba cada comentario.
_Mirá dónde mandaste ese tiro !! sos un animal !! porqué no te concentrás
más.. en lugar de mirar a ESA mocosa que ni sabe jugar….
Hasta que el marido maldijo el momento de haber hecho incursionar a su esposa en el Golf. Llegó el día que no podía salir solo ni tener una oportunidad de jugar sin que la dama emitiera un comentario. Era el final.
Un día, solos en la mañana y frente a un hermoso par 5, el marido desarrolla una estrategia: Efectúa su primer tiro de salida y se queda parado en el tee de caballeros.
Su esposa se dirije al tee de damas sin notar que él aún se mantenía parado
atrás de ella y colocando otra pelota para tirar nuevamente.
El marido calcula, apunta y tira…
Luego de explicar el acciddente, de los trámites burocráticos y sociales; del luto, etc.; nuestro hombre vuelve a las canchas los sábados, domingos, martes, jueves y conoce todas las instalaciones de los clubes de la zona, feliz como una mariposa en pleno verano.
A los tres meses, un día por la mañana le tocan el timbre en su casa. Era la policía que venía a detenerlo.
_Señor, hemos detectado y analizado que la muerte de su esposa no fue un
accidente. Se trató de un homicidio. Dijo el policía. y agregó:
_ El juez solicitó una segunda autopsia y descubrimos que su esposa tenía
incrustada una pelota de Golf en el ano…¿Qué dice Ud. al respecto ??
_ !! Que esa fue la bola provisoria….!!
Hasta la próxima.
Macelo H. Barba